“No vamos a dejar solas a las familias afectadas”, dijo Piñera, que no avisó previamente a los medios de su viaje a Valparaíso, uno de los lugares más visitados de Chile, famoso por las pequeñas casas multicolores que cuelgan de sus 44 cerros.
Piñera anunció que las familias afectadas recibirán un bono para la compra de enseres según la afectación de sus viviendas, y otro para el alquiler de una propiedad, ambos destinados a superar la emergencia inmediata.
Además, en el marco de medidas más definitivas, el mandatario anunció un programa de subsidios para que los afectados puedan comprar otra vivienda, nueva o usada, pero en otro lugar.
“No podemos seguir construyendo viviendas en zonas de alto riesgo”, dijo el mandatario, sobre los asentamientos, algunos ilegales, que se multiplican en los cerros de Valparaíso, donde el fuerte viento, la sequía y una precaria urbanización conspiran para hacer crecer las llamas.
Pero algunos afectados insisten en quedarse en esos lugares.
“Yo me quedo aquí; llevo 30 años en mi sector y aquí me voy a quedar. Vamos a volver a levantarnos y volver construir” en el mismo lugar, dice a AFP Irma Victoriano, de 46 años, en el cerro San Roque.
“Alcanzamos a salir vivos (...) pero voy a volver a vivir donde mismo, porque no tenemos más dónde vivir. Vamos a volver a reconstruir (nuestra casa) con mi familia”, afirma de su lado Iris Valdés, de 31 años, también habitante del cerro San Roque.
“Alta intencionalidad”
Las causas de los siniestros, que según Piñera ya fueron controlados, son investigadas por el Ministerio Público, pero el ministro de Agricultura, Antonio Walker, afirmó este jueves que detrás de éste y otros incendios ocurridos en la misma región en las últimas semanas hay “una alta intencionalidad”.
"Hay indicios y algunas evidencias de que fue un incendio intencional, y si así fuera, sería extraordinariamente grave", afirmó por su lado Piñera.