La decisión de la Alcaldía de Nueva York de ampliar la lista de delitos en los que coopera con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas cuando un inmigrante es detenido ha generado un fuerte rechazo entre algunas organizaciones de defensa de los inmigrantes que consideran que socava la confianza de la comunidad.
Nueva York ampliará la lista de delitos en los que coopera con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés) cuando un inmigrante es detenido. Según explicó el alcalde Bill de Blasio el número total de crímenes aumenta de 170 a 177.
La lista incluye "crímenes muy serios" como tráfico sexual infantil o la prostitución de menores de edad, según le dijo De Blasio al programa de radio local ‘Pregunta al alcalde’ de Brian Lehrer Show en WNYC.
"Son crímenes violentos y serios y era necesario actualizar la lista" de los supuestos de cooperación con ICE en la que se trabajó inicialmente en 2014, afirmó el alcalde. "No creemos que nadie debe ser separado de su familia por una falta menor. Pero si alguien ha cometido algún tipo de crímenes violentos serios y ha pasado por el proceso legal y es condenado, ahí es cuando hemos decidido (el consejo de la ciudad y mi administración) que hay bases para cooperar", añadió.
Estos son los nuevos delitos que se incluirán en la lista por la que las autoridades de Nueva York podrán entregar a migrantes detenidos a ICE:
Trabajo forzado agravado.
Contratar a una persona para la prostitución en una zona escolar.
Contración agravada de un menor para prostitución en primero, segundo y tercer grado (cada agravante es considerado un delito por separado).
Traficar sexualmente con un menor.
Extorsión en segundo grado.
Sin embargo, la decisión ha generado un fuerte rechazo entre algunas organizaciones locales que consideran que socaba la confianza de la comunidad inmigrante de una ciudad considerada santuario.
Acusan a De Blasio de usar a los inmigrantes políticamente
“El bienestar de las familias inmigrantes de la ciudad de Nueva York no debería ser una herramienta para avanzar en la agenda política de nadie", lamentó el edil demócrata Carlos Menchaca en un comunicado que publicó en su cuenta de Twitter en el que hace alusión al lanzamiento de la campaña de De Blasio como precandidato demócrata para las elecciones de 2020.
"Pero eso es exactamente lo que está pasando aquí con la propuesta del alcalde de expandir las condiciones bajo las que la ciuda coopera con ICE al detener a los migrantes", añadió Menchaca. "Los proclamados beneficios en la seguridad de esta propuesta no superan los peligros que supone como la erosión de la confianza entre nuestras comunidades migrantes y el gobierno".
Su colega Carlina Rivera destacó la contradicción entre el discurso de De Blasio que por una parte aboga la abolición de ICE y por otra firma nuevos supuestos de cooperación con ella.
"Nuestra lucha por una vigilancia policial comunitaria verdadera no ha hecho aumentar las cifras del crimen, sino que han caído", afirmó la concejala al cuestionar la decisión del alcalde.
En ese mismo sentido, el director de la organización comunitaria 'Se hace camino', Daniel Altschuler, le dijo a Univision Noticias que cuando hay mayores vínculos con agencias como ICE se quita la confianza que tiene la gente en las autoridades. "No es algo que va a proteger a la gente sino que va a reducir la seguridad pública", afirmó.
Por su parte, para el analista político Robert Valencia, con esta decisión De Blasio busca "apelar a una base más conservadora de Nueva York en la parte rural de Nueva York y en Staten Island".
Sin embargo, para el alcalde las acusaciones de que lo hace para cumplir con sus ambiciones políticas son "ridículas". "Estas nuevas siete leyes han sido pasados por la ciudad de Nueva York por la legislatura estatal y se están añadiendo administrativamente", aseguró. "Es lo que se debe hacer. No tiene nada que ver cómo política".
"No hay perdón para quienes estamos en santuario": José Chicas lleva año y medio encerrado en una iglesia para evitar la deportación
Este pastor salvadoreño ha vivido 34 años sin documentos en Estados Unidos. Antes de "convertirse a Cristo" fue arrestado cuatro veces y pesa en su contra una orden de deportación. Desde junio de 2017 está resguardado en un templo de Carolina del Norte para que las autoridades migratorias no lo envíen de vuelta a El Salvador, y lo separen de su esposa y sus cuatro hijos.Crédito: Maye Primera