
Miembros de una familia de inmigrantes acusan a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) de incautar les los ahorros de toda su vida, informaron medios locales.
Cuando Rustem Kazazi, de 64 años, se dirigía a su natal Albania para visitar a sus familiares en octubre pasado, agentes de la CBP en el aeropuerto de Cleveland le decomisaron 58,100 dólares, de acuerdo con una demanda federal que presentó junto a su familia, informó WIS 10.
El Instituto de Justicia, una organización legal libertaria sin fines de lucro, indicó que el señor Kazazi fue interrogado sin un traductor y sin explicación alguna sus ahorros fueron confiscados. La demanda alega que la CBP empleó leyes de confiscación civil para quedarse con el dinero sin arrestar ni acusar a nadie de un delito.
“El gobierno hostigó a mi padre, robó el dinero de mi familia y ahora aparentemente espera que nos olvidemos (de ello)”, dijo el hijo de Kazazis, Erald, quien junto a su padre y su madre, Lejla, interpuso la demanda.
Un mes después de confiscar sus ahorros en el aeropuerto, la CBP envió una carta a la familia Kazazi en la que afirmaban que se incautaban del dinero porque estaba “involucrado en una operación de contrabando / tráfico de drogas / lavado de dinero”, según el Instituto de Justicia
Sin embargo, nadie de la familia ha sido acusado de ningún delito. “Debido a que los Kazazis no hicieron nada malo, el gobierno tuvo que inventar algo”, señaló el Instituto, que también reportó que la CPB redujo los ahorros de la familia a 57,330 dólares en su carta, es decir, $ 770 menos.
Los formularios de aduanas estadounidenses establecen que las sumas de más de 10,000 dólares deben ser reportadas a la CBP, información que se respalda en el sitio de Internet de la agencia; sin embargo, también se aclara que se “puede traer o sacar del país tanto dinero como desee”.
De acuerdo con el instituto, Kazazi llevaba el dinero en tres sobres en su equipaje de mano: uno con 20,000 dólares, otro con 19,100 y uno más con 19,000. Tenía la intención de utilizarlo para “arreglar una casa de la familia y potencialmente comprar una casa en la costa”, así como para ayudar a otros miembros de la familia que aún están en dificultades en Albania.
“Estamos enfrentando una situación en la que las fuerzas del orden público ven a alguien con dinero legal, asumen que deben haber cometido un delito y simplemente les quitan el dinero”, dijo Wesley Hottot, un abogado del instituto que representa a los Kazazi en la demanda.