Frontier Airlines y Spirit Airlines, las dos aerolíneas de bajo costo más grandes de los EE. UU. acordaron fusionarse, creando lo que se convertiría en la quinta aerolínea más grande del país. Los directorios de ambas compañías aprobaron el acuerdo durante el fin de semana, antes de que los directores ejecutivos de ambas aerolíneas anunciaran el acuerdo en la ciudad de Nueva York.
El acuerdo, valorado en 6600 millones de dólares, está estructurado con Frontier Airlines controlando el 51,5 por ciento de la aerolínea fusionada, mientras que Spirit tendrá el 48,5 por ciento restante.
Aún está por determinarse el nombre de la aerolínea combinada, quién será el director ejecutivo y la ubicación de la sede de la aerolínea. El presidente de la nueva aerolínea será Bill Franke, quien es el actual presidente de Frontier y socio gerente de su empresa matriz Indigo Partners. En un comunicado que anuncia el acuerdo, Franke dijo que la aerolínea combinada "creará la aerolínea de tarifas ultrabajas más competitiva de Estados Unidos en beneficio de los consumidores".
Aún está por determinarse el nombre de la aerolínea combinada, quién será el director ejecutivo y la ubicación de la sede de la aerolínea.
Para Franke, el acuerdo es el último en una carrera de inversión y supervisión de aerolíneas de bajo costo en todo el mundo, incluida Spirit. Desde 2006 hasta 2013, Indigo Partners tuvo una participación en Spirit con Franke como presidente de la aerolínea antes de renunciar cuando Indigo vendió su posición en la aerolínea. Poco después de ese movimiento, Indigo compró Frontier Airlines de Republic Airways por $145 millones.
Desde esa adquisición, Frontier, con sede en Denver, ha ampliado constantemente su red de rutas con nuevos destinos y vuelos adicionales, a menudo dirigidos a ciudades donde las aerolíneas más grandes como Southwest tienen una fuerte presencia. En casi todos los casos, Frontier ingresa con tarifas bajas para afianzarse entre los viajeros que buscan boletos de menor costo.
Spirit, con sede en Miramar, Florida, también se ha expandido agresivamente en la última década y planea continuar con esa estrategia una vez que se combine con Frontier.
“Esta transacción se centra en la creación de un competidor agresivo de tarifas ultrabajas para servir a nuestros huéspedes aún mejor”, dijo el director ejecutivo de Spirit, Ted Christie, en un comunicado sobre el acuerdo.
En 2013, Spirit y Frontier obtuvieron el 2,8 por ciento de los ingresos por millas de pasajeros voladas por las aerolíneas estadounidenses, según el Departamento de Transporte. Para 2019, su participación de mercado combinada casi se había duplicado al 5,4 %, mientras que las cuatro aerolíneas más grandes de EE. UU., American Airlines, Delta Air Lines, United Airlines y Southwest Airlines, controlaban el 73,9 % de los ingresos por millas de pasajeros.
Dado que ambas aerolíneas solo vuelan aviones Airbus y ninguna domina un mercado en particular, una fusión Spirit/Frontier tiene sentido sobre el papel. Aún así, la administración del presidente Joe Biden ha dejado en claro a las empresas estadounidenses que examinará las posibles fusiones de manera mucho más agresiva que la administración Trump. Los transportistas esperan que el acuerdo se cierre en la segunda mitad de este año.